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EL KIT DE L@S MULTIPLICADOR@S

Lo díficil es no hacer nada. Morelia 2018.

Actividades 19 May 2024

Por Grupo de Activismo Michoacán

Desde septiembre de 2017, el grupo de activismo Michoacán (México) comenzó un proceso de eduación y sensibilización de derechos sexuales y reproductivos en la Preparatoria Popular Ernesto Che Guevara en la ciudad de Morelia, escuela que se encuentra en una área en situación de marginación y que tiene una matricula de aproximadamente 280 estudiantes. Dicho proceso comprendió 6 talleres: 4 para estudiantes, 1 para todo el profesorado del plantel y 1 para padres y madres de familia acompañados de sus hijas e hijos.

A partir de este proceso varias estudiantes externaron que se sentían acosadas por algunas actitudes de sus pares, porque cuando subían o bajaban las escaleras algunos de ellos miraban por debajo de sus faldas, lo que les provocaba una sensación de incomodidad e inseguridad. Fue entonces que el grupo de activismo trabajó con ellas para poder plantear una acción que si bien no radicaría el problema de forma absoluta, sí permitiría visibilizarlo y concientizar a la comunidad estudiantil de que era importante transformar esas conductas porque atentan contra el derecho de ellas a vivir una vida libre de violencia.

De esta forma ellas se organizaron para dirigir una petición  a la Dirección del plantel para poder realizar una acción, exponiendo la forma en que se sentían y lo que querían cambiar. Tras unos meses de trabajo entre la Coordinación de Educación en Derechos Humanos de la Oficina Nacional de la Sección Mexicana de Amnistía Internacional, el Grupo de Activismo Michoacán y las estudiantes interesadas, en marzo de 2018 se pudo llevar a cabo esta acción simbólica.

La acción consistió en un taller de stencil, que tenía la finalidad de poder pintar unas mantas con mensajes que reprobaban la violencia contra las mujeres y defendían la igualdad. Una vez pintadas las mantas cada una se iba a colocar en los barandales de la escuela, cubriendo de alguna manera esos espacios en los que los compañeros podían ver por debajo de la falda de las compañeras.

Durante la actividad, las chicas invitaron a sus compañeros hombres a hacer con ellas las mantas y colocarlas. Hacer de esto una jornada de todas y todos.

Un mes después volvimos a la preparatoria a dar el último taller y cerrar nuestro ciclo ahí, teníamos el temor de que las mantas las hubieran rayado o roto, sin embargo las mantas están en perfectas condiciones y sin ningún rayón. Las mantas ahora son parte de esa comunidad estudiantil, del espacio común, el símbolo de un nuevo proceso.

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