La confidencialidad y la intimidad debe tenerse en cuenta no sólo durante las sesiones, sino también fuera del espacio seguro compartido. Es posible que los participantes no se sientan cómodos participando plenamente en los asuntos incluidos en este módulo si les preocupa que sus compañeros de grupo les hagan el vacío, los intimiden o revelen lo que han dicho. Es clave que haya consenso en el grupo sobre lo que sucede con la información que se comparte en los debates y las actividades del módulo para crear una dinámica de confianza mutua.

Consejos

  • Una vez que el grupo ha llegado a un acuerdo sobre la confidencialidad y la intimidad, pregunte a los participantes si realmente pueden comprometerse a ello.
  • Asegúrese de que ninguno se ve “obligado” a compartir experiencias durante ninguna de las actividades o debates. La participación es voluntaria.
  • Pida a los participantes que reflexionen sobre cómo pueden ser abiertos y abstenerse de formular juicios en sus vidas cotidianas, no sólo en la sesión.
  • Empodere a los participantes para que se recuerden mutuamente el acuerdo cuando vean que lo han incumplido, tanto en el espacio de las actividades como fuera de él. Debatan la forma de hacerlo respetuosamente y sin enfrentamientos o culpabilizaciones.
  • Anime a los participantes a pedirse permiso para hablar con otros sobre las experiencias compartidas, incluso cuando no sea necesario que la experiencia se mantenga en el ámbito de la confidencialidad.
  • Haga reflexionar al grupo sobre sus propios riesgos, peligros y seguridades personales.
  • Cuando los participantes debatan sobre el acuerdo y el espacio seguro, procure que hablen de lo que el grupo necesita para sentirse seguro y cuáles son sus temores.