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DIFICULTADES QUE ENCUENTRAN LOS JÓVENES

ENTENDER

En la vida de una persona, el tiempo que va desde los 15 a los 24 años puede ser de exploración, experimentación y aprendizaje, y caracterizarse por menor temor del riesgo y más cuestionamiento. Los derechos de todas las personas jóvenes están protegidos por el concepto de evolución de las facultades, o la idea de que a medida que crecemos tenemos derecho a mayor autonomía y control sobre nuestras vidas.

El principio de evolución de las facultades permite que todas las personas crezcan y maduren a su propio ritmo, situando en los padres, tutores, educadores y proveedores de servicios de salud la responsabilidad de asegurarse de que los jóvenes tienen espacio suficiente para tomar sus propias decisiones sobre sus derechos. Adultos, padres y tutores son responsables de asegurar que los derechos de niños y jóvenes se respetan, protegen y hacen realidad, teniendo en cuenta al mismo tiempo su capacidad para exigir y hacer uso de sus propios derechos.

La discriminación, las expectativas sociales y el estigma basado en la edad también puede tener un gran efecto en nuestra capacidad para acceder a nuestros derechos humanos y disfrutar de ellos. Según la ONU, la mayoría de la población mundial mundial (más de un 40 por ciento) está formada por jóvenes (personas de menos de 25 años), el 85 por ciento de los cuales viven en países en desarrollo.

Es la mayor generación de jóvenes que ha habido, y tiene oportunidades únicas: como grupo, está mejor conectada tecnológica y globalmente que ninguna otra generación anterior, impulsando movimientos sociales y exigiendo cada vez más reconocimiento de su valor para el desarrollo y el progreso social. Y sin embargo, los jóvenes también sufren inconvenientes: se ven afectados de forma desproporcionada por el VIH/sida, y con frecuencia se les niega el acceso a servicios, información y educación por su edad, así como por otros motivos discriminatorios. En todo el mundo, los jóvenes no comparten la misma autoridad en la toma de decisiones ni la misma capacidad de controlar sus cuerpos y sus elecciones que las generaciones de más edad de su sociedad.

Muchas culturas crean una jerarquía en la cual las personas de más edad tienen más privilegios gracias a su edad. A los jóvenes suele considerárseles incompetentes, poco fiables o irresponsables comparados con sus homólogos adultos, y no se les permite tener voz ni voto en las decisiones sobre cuestiones que les afectan.

Están en un difícil equilibrio entre encontrar espacio para descubrir por sí mismos en qué se están convirtiendo y qué desean ser y ser reconocidos por lo que ya son. Cuestionar las normas sociales y culturales que definen el género y la sexualidad es algo natural en los jóvenes, y les permite redefinir estas normas y estereotipos de una forma que sea lógica para su generación. Este proceso natural de cuestionamiento y redefinición forma parte de la forma en que las sociedades crecen y cambian con el tiempo, permitiendo una evolución cultural continua.

Jóvenes togoleses apoyan la campaña de Amnistía Internacional Mi cuerpo mis derechos con un taller sobre expresión gráfica, junio de 2014.
Jóvenes togoleses apoyan la campaña de Amnistía Internacional Mi cuerpo mis derechos con un taller sobre expresión gráfica,
junio de 2014.