Todas las personas nacen con una serie de derechos humanos inalienables protegidos en virtud de la Declaración Universal de Derechos Humanos y otros documentos de derechos humanos. Entre ellos figuran los derechos de integridad física, elección, autonomía y autodeterminación. Todos tenemos derecho a tomar decisiones y tener el control sobre nuestra salud, nuestros cuerpos, nuestra sexualidad y nuestra reproducción sin temor a sufrir castigo, represalias, discriminación o violencia. Desgraciadamente, nuestra libertad para tomar estas decisiones puede ser cuestionada o controlada por diversos actores: familias, gobiernos, profesionales de la medicina o autoridades religiosas, entre otras, en todo el mundo.

Los conceptos de elección, autonomía y autodeterminación están interrelacionados y son fundamentales para la forma en que las personas pueden expresar y expresan su género y su sexualidad, así como para la forma en que acceden a sus derechos humanos.

Elección significa que tenemos derecho a tomar decisiones informadas sobre lo que hacemos con nuestros cuerpos y nuestras vidas. Cuando nuestras elecciones están limitadas por la falta de información, la pobreza, el hambre o la violencia, nuestro derecho a tomar decisiones también se ve constreñido o violado.

Autonomía es el estado de ser capaces de tomar decisiones y hacer elecciones sin presiones externas ni violencia, mental o física. El concepto de autonomía física hace referencia al nivel de control que tiene una persona sobre lo que le sucede a su cuerpo.

Autodeterminación hace referencia a nuestra capacidad para tomar decisiones sobre nuestras identidades y nuestro futuro, definir por nosotros mismos quiénes somos y quiénes deseamos ser sin el control de personas o fuerzas externas.

Estos conceptos son especialmente relevantes para las personas jóvenes, que con frecuencia mantienen un equilibrio entre sus derechos a la elección, la autonomía y la autodeterminación frente a las expectativas familiares, sociales o culturales sobre lo que deben ser. La forma en que cada persona ejerce estos derechos a la elección, la autonomía y la autodeterminación es aplicable a todo, desde cómo expresa su género a cómo identifica su género y su sexualidad, pasando por cómo y cuándo decide –en el caso de que lo decida– explorar sus deseos sexuales, sola o con una pareja, y qué decisiones toma sobre métodos anticonceptivos, planificación familiar y reproducción. En concreto, las personas jóvenes que no se identifican como hombres ni como mujeres se enfrentan con dificultades a la hora de hacer realidad estos derechos, y a veces sufren discriminación y violencia por la forma en que se expresan.

Marcha de la campaña Mi cuerpo mis derechos celebrada en Santiago, Chile, 2014. Una joven participante en la marcha se inspiró en el “arte corporal” de Hikaru Cho (Choo-San) para publicitar la campaña y muestra a la altura de su ombligo un dibujo con una cerradura y, en su mano, una llave que expresa: “Tienes derecho a decidir si quieres tener hijos y cuándo”.
Marcha de la campaña Mi cuerpo mis derechos celebrada en Santiago, Chile, 2014. Una joven participante en la marcha se inspiró en el “arte corporal” de Hikaru Cho (Choo-San) para publicitar la campaña y muestra a la altura de su ombligo un dibujo con una cerradura y, en su mano, una llave que expresa: “Tienes derecho a decidir si quieres tener hijos y cuándo”.

“Fui al despacho del director a matricularme y él me preguntó que si había ido a matricular a mi hermano. Le contesté que no y le dije que me llamaba Anna. Su compañero nos interrumpió para decirle que mi nombre era Panagiotis [el nombre legal masculino de Anna]. El director me dijo que le habían informado sobre mi situación y que no iba a aceptar a ninguna persona gay o trans en su centro. Me dijo que tendría que cortarme el pelo, dejar de maquillarme y vestir y actuar como un hombre.
(Anna, joven transgénero, Grecia)

Elecciones informadas

Las instituciones de salud pública y los órganos de derechos humanos definen la salud según el bienestar mental, emocional y físico: es decir, la salud debe ser algo más que la ausencia de malestar o enfermedad. La salud depende también de la participación positiva y la satisfacción de las personas con sus vidas y cuerpos, y conlleva definir la salud sexual de forma que incluya también la capacidad de las personas jóvenes de tener una vida sexual segura, sana y feliz. Esto significa que el derecho de los jóvenes a controlar sus cuerpos y su sexualidad implica también que dispongan del espacio necesario para encontrar una vía hacia la plenitud sexual sin coacción, discriminación ni violencia. Muchos programas de educación sexual, o la información sobre salud sexual que se da a la gente joven, se centran en la prevención del embarazo, el riesgo, la enfermedad y la violencia, todo lo cual es de importancia crucial. Ahora bien, muchas veces los programas de educación sexual excluyen la información y los debates sobre el placer sexual y los derechos sexuales y reproductivos, en parte debido a los tabúes sociales existentes sobre la sexualidad y el placer sexual en los jóvenes.

Cuando se utilizan normas culturales para justificar que se mantenga a la juventud alejada de la información y la educación sexual, o para marcar la pauta de la educación sexual que recibe, se están violando sus derechos. Una información inexacta puede reforzar los prejuicios sociales contra la sexualidad juvenil y contribuye a silenciar las preguntas y la curiosidad de los jóvenes sobre sexualidad y género.

El derecho a información y educación sobre la sexualidad que sea exhaustiva, precisa y no discriminatoria, además de ser un derecho en sí, es fundamental para que las personas jóvenes ejerzan sus otros derechos de una manera informada y empoderada. Todas las personas, y en especial las jóvenes, necesitan poder acceder a sus derechos sexuales y reproductivos a fin de efectuar elecciones informadas y autónomas sobre cuándo, cómo y con quién tener una relación sexual o romántica, cómo expresar su género y su identidad sexual, cómo y cuándo buscar información y servicios sobre salud y cuándo, cómo y con quién formar una familia.